Soñar como un niño
¿Sabes qué es ser un imaginiero? Según el diccionario de Oxford, imagineer es un sustantivo, una persona que diseña e implementa un concepto o tecnología nuevos o muy imaginativos, en particular uno que diseña las atracciones en los parques temáticos de Walt Disney. Es un verbo también, idear e implementar (un concepto o tecnología nuevos o muy imaginativos). Es saber imaginar y que te paguen por eso. Randy Pausch es ese hombre que logró muchos objetivos profesionales y tiene un entusiasmo particular por la vida y el humor. Esto le ha convertido en un hombre académico, filantrópico y emprendedor caritativo.
Creo que Randy Pausch pudo lograr muchos de sus sueños de la infancia gracias a los libros, los mentores. Sobre todo, por ser guiado a pensar libremente cuando era niño y por tener esos sueños ya establecidos desde jóven. Randy se murió de cáncer en 2008. Randy Pausch explica que puso en práctica esos sueños a través de la experimentación desde una edad temprana. Ha sido autor o coautor de cinco libros y más de 60 artículos revisados en revistas y congresos. ¿Sabes lo difícil y competitivo que es conseguir la aprobación y publicar en el mundo profesional? ¡Yo, sí! He visto a mi esposo publicar en lugares académicos una y otra vez y sé cuánto tiempo tuvo que leer, estudiar, editar y, después de un par de rechazos, tuvo una gran racha para publicar. Randy dijo lo siguiente sobre la vida: "Los muros de ladrillo están ahí por una razón; nos permiten demostrar lo mucho que deseamos algo."
Sé que
soñar es muy importante. Hay un par de razones. En primer lugar, muchas
personas exitosas dirán que tuvieron una visión antes de comenzar, de lo que
realmente querían convertirse. Aquí es donde nacen los sueños. Piense en esta
cita de Covey...
Ésta es la
razón por la que necesitamos tener metas establecidas. Cualesquiera que sean
las intenciones, un objetivo en mente es clave. Puede ser un hombre de negocios
exitoso, pero al final puede terminar usando esas herramientas y ese
conocimiento que ha adquirido para bien o para mal. Es por eso que deben
existir barandas para guiar su ética y valores en el mundo empresarial.
Uno de mis sueños de infancia era ser
madre. Lo logré de inmediato, con algo de ayuda, y nunca cambiaría nada sobre
esa decisión. Yo tenía 19 años. Tener recien nacidos en mis brazos es lo más cerca que
probablemente estaré al cielo en esta vida terrenal. Olvídate del dolor
de tener hijos, más bien ver la creación de Dios que me fue prestada por un tiempo
es una maravilla indescriptible.
Este
objetivo será el más importante al final, supera mis deseos económicos y
profesionales conjuntos.
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